miércoles, 5 de diciembre de 2012

NIEMEYER A UdeC

Oscar Niemeyer retratado por el
fotógrafo Kurt Hutton,
publicada en sitio web de
revista Vanity Fair

Con motivo del fallecimiento del gran Oscar Niemeyer, arquitecto fundamental en el desarrollo de la arquitectura moderna y sudamericana, además de ser gestor de espectaculares proyectos que han pasado ser parte de la historia de la arquitectura mundial, Historia Arquitectónica de Concepción presenta a sus lectores una transcripción de la carta enviada por el arquitecto en cuestión a la Universidad de Concepción, institución que lo invita a la Séptima Escuela de Verano en 1962. Lamentablemente Niemeyer no pudo asistir al evento, pero envía una carta excusándose además de presentar una notable postura respecto al rol del arquitecto en una sociedad llena de cambios. Sin más preámbulos, acá va la carta:

Desafortunadamente no me fue posible asistir al encuentro de Concepción y participar en la Séptima Escuela de Verano de la Universidad de Concepción, pero no puede dejar de llevar a los que allí comparecieron una palabra de cordialidad y simpatía.

Quiero expresar, al menos, lo que pienso del tema propuesto en esta época de inquietud en que vivimos, inquietud que asume en América del Sur el aspecto más grave y aflictivo.

Gustaría, ciertamente de hablarles sobre la posición del arquitecto en el mundo actual, -como el tema que la Universidad sugiere- pero el mundo actual relega los problemas profesionales a un plano secundario.

¿Qué adelantaría en verdad hablar de las perspectivas de la arquitectura contemporánea, de la riqueza de la técnica constructiva o de las posibilidades del concreto armado que todo nos permite realizar abriéndonos un campo nuevo e imprevisible de formas y soluciones cuando vemos a nuestro alrededor un pueblo cansado de lucha y explotación sistemática, que ya no reclama confort y bienestar, sino apenas el derecho de vivir dignamente? ¿Cómo podría hablarse de los temas idealistas de la arquitectura moderna, de lo que pueden éstos representar para la sociedad, cuando la mayoría de la sociedad no participa de ellos, y ya se impacienta frente a tanta discriminación e injusticia?

¿Cómo sobre las tendencias del arte contemporáneo que los arquitectos bien nutridos se complacen en debatir cuando nuestra profesión se dirige, como simple mujerzuela, a un pequeño grupo de privilegiados?, ¿Cómo situarme ajeno a tal incomprensión y desacierto? ¿Cómo hablar de asuntos profesionales aunque los reconozca necesarios a la propia vida, si se niegan a los más humildes y desamparados? ¿Cómo discutir los problemas del espíritu y de la cultura –aún haciéndolo en forma humana y elevada- en la hora en que los países de América se reúnen para oprimir al pueblo cubano que desea apenas ser libre y vivir con dignidad? No, mis amigos, no soy de los que ven la propia profesión como cosa superior e indispensable. La veo, por el contrario como simple complemento de problemas básicos y fundamentales.

¿Qué adelantaría por lo tanto definir la actitud profesionales del arquitecto, actitud que en mi opinión debería caracterizarse por la modestia e independencia, permitiéndole la libertad total de concepción, sin la preocupación servil de la crítica fácil, cuando nuestro trabajo, ajenos a los intereses de la colectividad, se subordina a las clases dominantes, a sus deseos y caprichos?

Durante cuatro años despreciando intereses económicos y materiales, trabajamos en Brasilia. Cuatro años de luchas, sacrificios y entusiasmos, compensados por el placer de ver la obra concluida y la ciudad surgir, bella y civilizada, donde antes había sólo desierto y abandono. Cuatro años que nos curtieron la piel y el alma, haciéndonos más experimentados, más lúcidos y realistas, seguros de que nuestro trabajo se genera fatalmente de las condiciones sociales existentes que debiera oprimir con todas sus contradicciones y desaciertos.

Transcribo un fragmento de un pequeño libro: “Experiencia en Brasilia”, que les dará una idea del desengaño sufrido al ver la ciudad inaugurada; “Con el traslado de la capital cambió mucho y vimos con pesar que el ambiente se transformó por completo perdiendo aquella solidaridad humana que antes lo distinguía que nos daba la impresión de vivir en un mundo diferente, en un mundo nuevo y justo que siempre deseamos. Vivíamos en aquella época como una gran familia, sin prejuicios y desigualdades. Morábamos en casas iguales, comíamos en los mismos restaurantes, frecuentábamos los mismos locales de diversión. Hasta nuestras ropas eran semejantes. Uníamos un clima de fraternidad proveniente de idénticas incomodidades. Ahora, todo cambió y sentimos que la vanidad y el egoísmo están aquí presentes y que nosotros mismos estamos volviendo poco a poco, a los hábitos y prejuicios de la burguesía que tantos detestamos."

Pasamos a preocuparnos por la indumentaria y a frecuentar locales de lujo y discriminación. Vimos a nuestros compañeros, los más humildes, sólo de pasada y sentimos que una barrera de clases nos separó. Nuestras casas perdieron aquel aspecto proletario que antes los atraía, como si fuesen sus propias casas, o una prolongación de nuestra oficina y el confort que hoy disfrutamos -aunque modesto- los asusta e intimida, reteniéndolos a nuestra primera puerta como aguardando una invitación indispensable.

La conversación perdió aquel calor humano – simple e inocente que nos revivía, conducida ahora por los que llegan -con nuestro repudio- para asuntos de lucro y especulación.

Sólo aquellos compañeros no cambiaron con las miserias y reivindicaciones de siempre.

Brasilia cambió mucho y eso nos deprime a pesar de que comprendemos las contingencias degeneradas por una ciudad que crece y que durante algún tiempo, por lo menos, representará el régimen, con todos sus vicios e injusticias.

Somos, entretanto, optimistas. Pronto, la ilusión que perdimos será realidad”.
He ahí, mis amigos, la situación brasileña que Jean Paul Sartre definió tan bien: “Sesenta y cinco millones en la miseria contra cinco millones de ricos y pudientes”. Esa es la situación de los pueblos de América, de la cual se genera la lucha de liberación a que hoy asistimos.

Es el mundo de los pobres que se rebelan exigiendo de todo inclusive de Uds. que ahí se reúnen –una actitud de apoyo, comprensión y solidaridad.”




Oscar Niemeyer
Mensaje a la Universidad de Concepción
Enero de 1962
Transcrito de publicación en el “El Sur” del lunes 20 de mayo de 1963. 

lunes, 3 de diciembre de 2012

MOFA

Es una vergüenza para la ciudad de Concepción lo ocurrido en Barros Arana entre Tucapel y Orompello con la nueva tienda Tricot. En primer lugar, demuelen el ex Cine Lux, destacada obra de 1944 que daba pie para numerosas intervenciones y que poseía una espléndida sala de espectáculos con una envidiable acústica y en un muy buen estado, por sobre todo, poseía una riqueza espacial notable, circulaciones diferentes a cualquier otra y un programa que hacía equilibrio entre lo administrativo y la misma sala de espectáculos. La edificación es demolida, reducida a los cimientos y borrada para siempre del suelo penquista.
La poca visión respecto a la reutilización de un edificio lleva a perder grandes construcciones y lamentablemente nuestra ciudad da prueba de ello.  
Mera ignorancia, ignorancia que se manifiesta en lo que se construye posteriormente, un paupérrimo galpón forrado en revestimientos brillantes y metálicos pero que al fin y al cabo es un galpón. Fuera de la pobreza arquitectónica y que hace pensar en el crimen del edificio del Cine Lux, nos encontramos con el segundo gran problema de la tienda, su nombre: “Concepción Teatro”, a ver, en primer lugar demuelen una sala de espectáculos y más encima se ubican frente a otro adefesio, el Mall del Centro, el cual ha sobrevalorado una fachada que nada tuvo que ver con el Teatro Concepción, absolutamente nada y ha formado un mito en la actual ciudadanía penquista, o sea, Tricot es un claro ejemplo del círculo vicioso que conlleva la ignorancia, las pésimas políticas patrimoniales en Chile y Concepción y más encima la negligencia por parte de la opinión pública, la cual asimila este tipo de hechos y al final, caen en lo mismo, la ignorancia… …y el círculo sigue.

Demolición del Cine Lux, construcción del galpón que alberga actualmente a Tricot.

¿Es una broma?, por no decir otra cosa...

domingo, 25 de noviembre de 2012

5 AÑOS

Un día como hoy hace 5 años inicié este blog con la intención de subir fotos antiguas de Concepción y que con el pasar de los años se ha transformado en una vitrina de la historia arquitectónica de la ciudad y al mismo tiempo una denuncia de los crímenes cometidos contra la arquitectura histórica de Concepción, una ciudad que no ha tenido políticas claras con respecto al patrimonio histórico y además potenciada por las múltiples falencias del Consejo de Monumentos Nacionales y entidades gubernamentales dedicadas al tema de la conservación y preservación. 

La raíz de este blog data del año 2004, cuando la demolición del conjunto de Barros Arana 1060 en donde actualmente está el Mall del Centro, motivó la primera página web que realicé, alojada en GeoCities. La página se mantuvo hasta el 2005 cuando di un salto al popular "fotolog" el cual no duro mucho y tampoco demostró ser una plataforma flexible para redactar artículos y subir fotografías. 

El 25 de noviembre de 2007 decidí crear este blog, motivado por el trabajo realizado en otros blogs sobre otras ciudades con problemas similares. Diversos motivos externos provocaron el estancamiento de la página entre 2008 y 2010 pero fue el 2011 el año en que se retoma con publicaciones periódicas hasta el día de hoy y que han expuesto daños a la ciudad como el abandono en barrios y sectores históricos de Concepción. 

Nada más debo agradecer a todos los lectores que siguen el blog y a todos los que me han ayudado en estos 5 años a mantenerlo, los que me dan datos, los que mandan fotos, los que aportan con anécdotas y simplemente los que tienen el interés por saber más de su propia ciudad

Muchas gracias

Luis Darmendrail Salvo 


sábado, 17 de noviembre de 2012

MONUMENTOS DEL VIEJO EXTREMO

El mes pasado, precisamente el día 5 de octubre, Concepción del Nuevo Extremo cumplió 462 años. Batallas, personajes ilustres y odiados, terremotos, maremotos, traslados, progreso, industria, decadencia y hasta un tornado han sido elementos que han conformado la historia de la perla del Bío Bío.

No entraré en detalles sobre las vicisitudes históricas relacionadas con la fundación y posterior traslado de la ciudad, eso es un tema aparte que algún día espero tratar en este blog. Este artículo apunta a otras temáticas, eso sí, contextualizado en el pasado mes.



“La nueva Concepción en el Valle de la Mocha”, según la visión de José del Pozo el 4 de diciembre de 1790. De la expedición de Malaspina. Colección de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile. Donación Armando Braun Martínez. La vista está realizada desde los almacenes de polvora, (Actual Cerro La Polvora).
Octubre es un mes importante porque siempre es una instancia idónea para difundir la historia de la ciudad, principalmente en los medios; contamos con diarios, revistas y canales de televisión que pueden exponer de diversas formas el tema. Lamentablemente eso no ocurre, siempre está limitado a un par de fotos antiguas en diarios locales, (lo que se extiende en alguna fecha exacta; 450 años, 460 años, bicentenario...) y alguna mención en los medios respecto a las celebraciones de parte de la autoridad y al "carnaval". Si hacemos comparaciones, (me molesta comparar, pero este caso es pertinente), otros medios nacionales como La Tercera, dedican páginas completas a temas como la preservación de la arquitectura histórica, la conservación de barrios y al mismo tiempo como una vitrina de denuncia ante irregularidades con respecto a la ciudad. Fuera de la línea editorial, existe al menos un punto de exposición de estos temas... ¿Qué pasa en Concepción?.

¿Dónde queda la reflexión y la visión crítica de la ciudad en la que vivivmos?, celebrar el aniversario de la ciudad es más que poner un par de fotos antiguas en el diario, sólo para exponer un vago interés del medio para llamar la atención, potenciando equívocas concepciones de lo que es la exposición de la historia y el significado mismo de la preservación del patrimonio.

Reportaje en diario Publimetro referido a la situación del patrimonio arquitectónico en Concepción, publicado el 17 de febrero de 2006. Ya lo había expuesto en un artículo anterior, es de interés puesto que representa las vagas concepciones de lo que es realmente el patrimonio arquitectónico y la limitada visión existente en la ciudad sobre la protección. Representa además el creciente y vacío interés en el patrimonio con la mera intención de llenar páginas de diarios y revistas restando importancia al valor histórico, social y urbano de los objetos arquitectónicos que merecen atención en la ciudad. Colección Luis Darmendrail.

"Oh, ¡Qué lindo!", "...era bonito Conce antes...", "bonita foto", comentarios usuales, al ver una foto del pasado. Me parece bien, tener una reacción que haga notar valores estéticos del pasado pero al mismo tiempo extraño un trasfondo, una reflexión que se escape del valor icónico y que permita el cuestionamiento de la dirección de Concepción con respecto a su imagen y planificación urbana. De a poco estamos marcando la pauta a nivel nacional como una ciudad que no tiene nada claro, sólo veamos lo que ocurre; invasión inmobiliaria, proliferación de centros comerciales de excesivas proporciones, descuido de calles, negligencia con los barrios y una completa ausencia de zonas típicas, teniendo material suficiente para establecerlas, protegiendo lugares de valor histórico y social, como es el caso de Aurora de Chile o el sector que rodea al Cerro Amarillo.

El mismo Cerro Amarillo tiene el valor suficiente para ser considerado como zona de preservación histórica al igual que la escalera de lo que fue la Escuela Normal de Preceptoras, tema ya expuesto en este blog. Lamentablemente hoy en día son elementos completamente descuidados.


 Vivienda en venta a pasos del Cerro Amarillo. Haga click en
la fotografía para ver el artículo publicado hace unos
meses sobre el sector en cuestión. 
Ex Fábrica de Paños Bío Bío. Ubicada en la población Aurora de Chile, la edificación tiene sus días contados por la construcción del Puente Chacabuco, puente que ha estado en el ojo del huracán numerosas veces y que al mismo tiempo ese la razón de la expropiación de numerosas familias que por décadas han vivido en el sector.

Del Concepción emplazado en Penco, sólo nos queda parte del Fuerte La Planchada en Penco, como mudo testigo de la primera Concepción que se instala en la Bahía de Penco. Recomiendo visitar el Museo de Historia Natural para saber más del Concepción en Penco, de hecho en el acceso existen escudos esculpidos en piedra que fueron parte de ciertas construcciones de ese viejo Concepción que tras un fuerte terremoto y tsunami se traslada al Valle de la Mocha, el emplazamiento actual, un emplazamiento con un valioso patrimonio natural que aún perdura y ha condicionado el crecimiento y desarrollo de la ciudad.

Se preguntará, ¿hacia dónde va todo esto, de Penco, barrios, medios?, esto va dirigido al reconocimiento, a que en esta ciudad de una vez por todas se reconozcan los puntos de valor histórico, pero de una forma sensata y acorde al valor que estos mismos puntos poseen. Concepción posee un patrimonio bastante rico, patrimonio arquitectónico, natural y humano que da pie para hacer muchísimas cosas con el fin de protegerlo.

Antiguo mirador ubicado en la cima del Cerro Chepe, un punto de alta relevancia histórica respecto a las políticas realizadas en torno al paisajismo y espacio público hace ya más de 80 años. El Cerro Chepe era un punto de interés en la ciudad con sus senderos y su cercanía al Cementerio General. Hoy en día sólo queda el viejo mirador que sufrió daños de consideración con el terremoto del 27 de febrero de 2010. Al fondo se aprecia la desembocadura.

El patrimonio natural de la ciudad a pesar de haber sido modificado muchas veces, se mantiene como protagonista, los cerros por ejemplo, ¿Qué sería de Concepción sin el Chepe?, ¿Sin La Pólvora?, ¿Caracol?... Imaginemos un Concepción sin lagunas... sería diferente, ¿No?. Las lagunas han sido importantes para la ciudad y sé que algún día seran realmente consideradas como puntos de interés dentro de la ciudad, no como basurales o accesorios.

Ahora haré énfasis en el patrimonio arquitectónico "protegido" en la ciudad. Es dentro de ese grupo en el que haré hincapié respecto a los monumentos nacionales y puntos de conservación histórica. A pesar de la destrucción y el olvido, es relevante enfatizar que en nuestra ciudad existen puntos con designación de monumento histórico, una designación que en teoría los protege. Algunos de ellos se han mantenido sin variaciones con el paso del tiempo, otros, simplemente han desaparecido a vista y paciencia de todos a pesar de poseer una designación que debía velar por su integridad y uso acorde a la categoría designada. (D.S. "Decreto Supremo" / D.E. "Decreto Exento")

Los hitos en cuestión son:

- Casa Urrejola, (También conocida como "Palacio Castellón"). D.S. 531, 1995
Tumba del General Don José María de la Cruz. D. S. 488, 1989
- Mural "Historia de Concepción" de Gregorio de la Fuente. D. E. 2731, 2008
Mural "Presencia de América Latina" de Jorge González Camarena. D. 147, 2009
- Restos del muro de piedra del Convento La Merced. D. S. 933, 1977
- Teatro del Liceo Enrique Molina. D. 147, 2009

FUENTE: Consejo de Monumentos Nacionales, www.monumentos.cl

Tumba del General José María de la Cruz, con los efectos del terremoto del 27 de febrero de 2010, terremoto que causó numerosos daños en el Cementerio General de Concepción. El monumento en cuestión fue construido en 1870.

La tumba del General Cruz sufrió daños de consideración con el terremoto del 27 de febrero de 2010 y no se tiene claro que ocurrirá no sólo con esa tumba, sino con varios mausoleos históricos que sufrieron daños graves en sus estructuras. El terremoto afectó gravemente al Cementerio General y se perdieron ciertas joyitas arquitectónicas pertenecientes a personajes ilustres y familias clásicas de la ciudad.

De la lista mencionada, los murales se conservan relativamente bien, "Presencia de América Latina", que se encuentra en el interior de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, (proyecto de Osvaldo Cáceres, Alejandro Rodríguez y Maco Gutiérrez), tuvo un trabajo de restauración hace unos meses e "Historia de Concepción" se salvó de un incierto destino tras la demolición del edificio que lo contenía, la Estación de Ferrocarriles de Concepción, histórico edificio proyectado por Luis Herreros en 1941 que fue altamente modificado para incluirlo dentro del Barrio Cívico de la ciudad, plan que realmente se abordó a medias y que involucró la transformación total del sector. De la Estación sólo queda el mural y con una serie de modificaciones el edificio original perdió total proporción y su composición original desapareció completamente, para qué vamos a hablar del reloj digital que es un accesorio dentro de la nueva propuesta. Esta renovación involucró la demolición completa del conjunto ferroviario que existía en Avenida Prat.


Pinacoteca de la Universidad de Concepción, histórico edificio proyectado por Cáceres, Gutiérrez y Rodríguez y que contiene en su interior el famoso mural "Presencia de América Latina" realizado por González Camarena. Hace unos meses el mural fue restaurado y es un tesoro cultural para la ciudad y el país. Postal de inicios de 1970. Colección del autor.  


Vista del salón de primera clase de la antigua Estación Ferrocarriles de Concepción c.1970, una de las tres estaciones que existieron en la ciudad. La poca visión respecto al uso de edificios provocó la destrucción de este espectacular edificio proyectado por Luis Herreros. Lamentablemente sólo queda el mural de Gregorio de la Fuente y del edificio original nada queda, al menos dejaron el piso. Lo que pasó con la estación es uno de los crímenes más grandes realizados a la arquitectura histórica en Concepción y también es un ejemplo claro de la vulnerabilidad de la arquitectura moderna, en especial en Concepción, en la que el barrido es la forma más práctica de solucionar las cosas. La fotografía fue publicada en el flickr de nuestro colega "Santiago Nostálgico", agradecimientos especiales a él quien realiza una labor similar con la ciudad de Santiago. (Click en la foto para ver su flickr).

 El muro de la Merced se mantiene sin mayores variaciones, el terremoto del 2010 no hizo mayor daño, el daño principal son los rayados y la gente que usa las rendijas entre las piedras como basurero. Es importante recalcar el valor que tienen estos muros que desde 1770 están presentes en la ciudad, para mayor información... ....lea la placa incrustada en el muro!

Detalle del muro de la Merced.
El Teatro del Liceo Enrique Molina es un drama de nunca acabar, si bien existe un proyecto para renovarlo y más que nada rescatarlo de un notorio olvido que ha tenido desde la demolición del antiguo liceo, demolición que se inicia tras el terremoto de 1960, sismo que ocasionó daños, daños que muchos consideraban reparables, pero primó el barrido del edificio completo. El liceo es demolido y queda a la luz el antiguo salón de actos, que hoy es conocido como teatro. Cabe destacar que el edificio del liceo es de 1915 y el salón de actos se construye 20 años después, de hecho posee notorias líneas modernas en el interior combinadas con elementos clásicos. Bueno, se espera que algún día esté el dinero y la disposición para poder concretar el proyecto de rescate de esta edificación. Es frustrante pensar la cantidad de dinero invertida en proyectos como los malls que se apoderan de la ciudad y cómo lo poco que queda es devorado por el olvido, la humedad y el consecuente deterioro.

Estado del "interior" de lo que fue el salón de actos del Liceo de Hombres.

Deterioro, una palabra que usualmente es asociada a la decadencia del objeto arquitectónico producto del olvido, eso lo podemos detectar en numerosos casos de la ciudad, incluso dentro de la nómina previamente expuesta, pero hay otro deterioro, el deterioro perpetrado por la interveción indebida en las históricas construcciones, intervenciones que matan completamente a las edificaciones. La Estación pasó por eso, la Casa Gleissner, Palacio Hirmas, entre muchos otros...
Intervenciones que realmente hacen pensar en la demolición total, en vez de dejar penosas fachadas cuya gloria y valor fue arrebatado de forma extrema y dramática, retomando el tema de los monumentos históricos, nos encontramos con la Casa Urrejola, (También conocida como "Palacio Castellón"). La ya conocida vivienda de Doña Carmen Urrejola del Río, construida entre 1915 y 1917, proyectada por Onofre Montané Urrejola, el mismo arquitecto a cargo del Liceo de Hombres. Ubicada en la esquina de Barros Arana con Castellón, fue una casa de altos hacia Barros Arana y una casa habitación hacia Castellón. Nunca se habitó y pasó por diversos usos, especialmente en su primer nivel comercial, el terremoto de 1960 daño la vivienda ocasionando la pérdida de numerosos frisos decorativos con motivos florales que relacionan el diseño al art nouveau.

Abandonada por décadas, la vivienda es rescatada en el 2005 por un colectivo de artistas tras saberse la noticia de que el almacén por departamentos "Hites" se instalaría allí. Efectivamente al año siguiente comienzan las faenas de demolición de la vivienda. Sí, demolición, digo demolición y lo seguiré diciendo, acá no hubo reciclaje ni refacción, fue una demolición, se barrió con todo el interior debido a que ley protege sólo la fachada la cual sólo se pinto, ni siquiera hubo intenciones de estudiar el edificio para reponer los frisos perdidos en 1960.

La propuesta de la tienda de usar el edificio es burda y carente de sentido estético y compositivo, para colmo de males, recrean el interior con una pobre escenografía de lo que alguna vez fueron los muros que rodeaban el patio interior. Una alegoría al art nouveau realizada en yesocartón y volcanita. La misma escalera de acceso, originalmente trabajada con maderas nobles y con una notoria presencia, también fue recreada de precaria forma...

Conocida vista de la Casa Urrejola en la década de 1980. Ya en esa época se notaba un claro deterioro del edificio. Archivo de Arquitectura Universidad del Bío Bío. (Fotografía capturada por el arqto. Gonzalo Cerda).

Demolición del Monumento Nacional en 2007. Demolición del D.S. 531. Claramente se aprecia el trabajo de vaciado del edificio. Fotografía publicada en http://atinabiobio.bligoo.com
Actual estado de uno de los respiraderos del edificio. Se aprecia el nefasto trabajo realizado por la tienda, simplemente rellenar con mortero sin siquiera tener consideración por el valor estético de las rejillas. Burla. simple burla. Claramente son "FINAS TERMINACIONES".  
Fuera de los monumentos patentados del nuevo extremo, existen numerosas edificaciones y puntos en la ciudad de valor histórico, arquitectónico y urbano, de los cuales muchos están próximos a desaparecer, otros simplemente ya no existen. Ejemplo de esto es lo que expongo a continuación.  


Hace unos meses escribí un artículo en este blog sobre la desaparición de los cines y las salas de espectáculos, artículo que estuvo motivado por la demolición del Cine Lux, atribuido a Santiago Aguirre e Inés Frey de 1944, (http://concehistorico.blogspot.com/2012/02/breve-vistazo-concepcion-y-las-salas-de.html). A partir de ese hecho, surgieron reflexiones sobre las salas de espectáculos en la ciudad de Concepción motivadas además por la invasión de los grandes centros comerciales que se jactan de poseer salas de cine en circunstancias que nuestra querida ciudad hasta hace poco mantenía numerosas salas que han desaparecido presa del abandono y la mala gestión.


Demolición del Cine Lux y lo que se construye actualmente en el lugar.


El Cine Lux ya no existe, ni los cimientos quedan y vemos lo que ha reemplazado a la construcción; una bodega, una caja de lata y fierros que generan la pregunta en el que escribe: ¿Es pertinente matar algo que es estéticamente superior a un galpón de lata?, ¿Es el motor actual de esta ciudad afear y arruinar todo lo que va quedando y que tiene un valor, ya sea histórico o social?


¿Cuál es la idea?
Las iniciativas de intervención en edificaciones históricas también han sido de dudosa calidad. En septiembre la Municipalidad de Concepción anuncia propuestas para la renovación del Mercado Central, la iniciativa claramente es buena, se agradece muchísimo el interés en querer proteger este punto tan alicaído de la ciudad que realmente requiere una renovación y de inmediato se piensa en la optimización de su alto valor arquitectónico y respetando la importancia que este edificio ha tenido en la formación del "nuevo Concepción" tras el terremoto de 1939 y además el valor comercial que posee en términos de ser un punto clave de venta de abastos en la ciudad.


Mercado Central hacia inicios de la década de 1970, se aprecia una intensa vida comercial y de descarga en lo que hoy en día es la Pérgola de las Flores, instalada en la década de 1980, la supresión de los estacionamientos, especialmente hacia Rengo, fue uno de los gatillantes de la decadencia de este punto de la ciudad. Cabe destacar los locales comerciales instalados además en el anillo que rodea la bóveda que conforma el Mercado mismo, como "Hilos Ancla y Cadena" que se ve en la fotografía y "Donde Golpea el Monito" en la esquina de Caupolicán con Maipú. Postal de época, autor desconocido.

Debemos recordar que el Mercado es uno de los mayores exponentes de la arquitectura moderna en el sur de Chile además de ser uno de los primeros edificios construidos tras el terremoto de 1939. Otra riqueza de este edificio es que fue proyectado por Tibor Weiner y Ricardo Muller, destacados arquitectos que impulsaron el movimiento moderno en el sur de Chile tras el terremoto de 1939, este edificio fue un pionero de la arquitectura moderna en la ciudad y contemporáneo a otros como la Estación de Ferrocarriles, la Intendencia y el Correo. El Mercado se emplaza en una manzana que históricamente estuvo dedicada a ese uso, hoy en día lo sigue manteniendo. Llama la atención por su distribución, una gran bóveda alberga los locales comerciales del interior y en el exterior, un anillo de locales rodea la manzana. Destaca su estructura de hormigón armado que ha resistido ya dos grandes terremotos y al mismo tiempo la techumbre realizada con madera. Ha sufrido modificaciones como el reemplazo de los estacionamientos de Rengo para dar paso a la galería "Las Palmas" en la década de 1980 y la misma inclusión de la Pérgola de las Flores hacia Caupolicán, punto importante y llamativo dentro de la ciudad.

Es un edificio de alto valor histórico para la ciudad y es parte del patrimonio humano y comercial nuestro, numerosas cocinerías, puestos de verduras y carnicerías forman una paleta de colores y sensaciones que muchos no se atreven a ver por el deterioro que ha sufrido el edificio en los últimos años, deterioro producto de malas políticas y mantenimiento. Se espera que para el futuro se revalorice este edificio y toda la vida que se desarrolla dentro de él. Visítelo, es un punto clave en nuestra ciudad y no se deje llevar por prejuicios y arquetipos importados de otras latitudes con el fin de "imprimir cierto carácter en Concepción".


Las propuestas de renovación las puede ver acá: http://www.concepcion.cl/prensa/?p=1449

Si sigo con la lista, creo que no terminaría en este siglo. Lo importante es conocer nuestra ciudad, tener la capacidad suficiente de comprender los problemas que existen y al mismo tiempo ser crítico. No podemos aceptar todo lo que nos imponen, nos imponen malls, supermercados y no - lugares que realmente matan la ciudad. La ciudad es un sistema, estamos insertos en ella, es un sistema en el cual las partes dialogan entre sí, es por ello que es extraño encontrarse con elementos como los que se ven a continuación que aparecen de la nada y son entes con autismo urbano y que no aportan a la ciudad, no forman identidad y para colmo de males tienen un nulo sentido de la composición y valor estético. Los que estamos dentro del mundo de la arquitectura y el urbanismo debemos tener clara nuestra posición con respecto a la ciudad y al mundo globalizado en el que vivimos.  

Construcción de la torre del Mall del Centro, edificación de la cual ya hemos hablado bastante en este blog cuyas secuelas urbanas, visuales, estéticas y arquitectónicas se hacen notar cada vez más.

Contrastes
Publicidad de PAZ, "Crecer con tu Ciudad". Una publicidad que representa la situación actual de las ciudades, de la inyección de un arquetipo ligado a lo que es el progreso y la siempre anhelada "modernidad". Espero que algún día esta situación cambie,

Para terminar con este artículo, y conmemorar de forma atrasada el aniversario de Concepción y su espíritu progresista,  dejo unas páginas del Libro de Oro de la Historia de Concepción, (escrito por Carlos Schneider y Francisco Zapata), un libro fundamental en la bibliografía histórica de esta ciudad que ilustra no sólo el Concepción de 1950 en imágenes, sino que además es un registro único de la vida social y comercial de aquel entonces. En las páginas que se comparten, se hace alusión al daño moral sufrido con el terremoto del 24 de enero de 1939 y el cómo se levanta esta ciuad mirando con prosperidad hacia el futuro aludiendo a la labor realizada por el presidente de la época, Pedro Aguirre Cerda.






 


Páginas del "Libro de Oro de la Historia de Concepción" en las que se exponen de forma gráfica ciertos sucesos y puntos clave de la ciudad. Diversas imágenes que hoy circulan en la red y se han publicado en libros aparecieron originalmente en ese libro. Del "Libro de Oro de la Historia de Concepción", Carlos Schneider y Francisco Zapata, Concepción, Litografía Concepción, 1950.


TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE LUIS DARMENDRAIL S. (EXCEPCIONES MARCADAS)
CONSULTAS Y PERMISOS DE UTILIZACIÓN DE MATERIAL, REMÍTASE AL AUTOR
A TRAVÉS DE historiarqccp@gmail.com

martes, 25 de septiembre de 2012

ANÍBAL/DIEGO

Antes que nada, debo agradecer las más de 14.000 visitas que registra este blog que desde el 2007, ha difundido pedazos de la historia penquista a través de la arquitectura, expresión de los tiempos y de la sociedad.

Esperamos que esto se mantenga ya que la cifra da cuenta del creciente interés en la historia y en conocer el pasado de esta ciudad, al mismo tiempo, la idea es formar una posición crítica de lo que ocurre en Concepción con la creciente invasión de modelos que nada potencian la ciudad, el espacio público y su identidad.

Mientras aún se prepara el nuevo artículo, el cual se ha transformado bastante en todo este tiempo y tiene precisamente que ver con lo previamente mencionado, respecto a la posición crítica que hay que tener con la ciudad,  he decidido escribir este breve texto, dedicado a ciertas esquinas en Barros Arana con Aníbal Pinto, marcado por la Plaza Independencia, el Hotel Ritz y los edificios Pedro de Valdivia y el conflictivo edficio comercial conocido por mucho como el de "Hush Puppies". Este artículo se contextualiza principalmente entre principios de siglo y la década de 1950, tras el terremoto de 1960 muchas cosas cambian y para que hablar de lo que pasaría tras 1980 con la formación del Paseo Peatonal, entre otros hechos.





Las esquinas de Barros Arana con Aníbal Pinto en 1950, se aprecia el Hotel Ritz, los letreros, el carabinero que controlaba el tránsito a falta de semáforos y la concentración de personas en un ya populoso punto de la ciudad. Nótese la Farmacia Radium con su clásico letrero del fármaco "Geniol". Postal de la Casa Rawa editada en la década de 1950.


Este punto de la ciudad por décadas, (y siglos), mantuvo funciones marcadas y que destacaron por el pujante comercio que allí se desarrolló. Hacia principios de siglo, en el lugar dónde esta actualmente el alicaído edificio del Hotel Ritz, edificio proyectado por Alberto Cruz Montt e inaugurado en 1932, el cual reemplazó una casa de altos del siglo XIX que era un fiel representante de la arquitectura colonial de la ciudad. El edificio del hotel tenía su primera planta con locales comerciales muy variados, hacia 1950 encontrábamos la Casa Oneto en la esquina, hacia Barros Arana la Librería Universo, y en el subterráneo del edificio, un bar propiedad del Hotel Ritz muy famoso por su ambiente y elegantes salones.



Publicidad del Hotel Ritz publicada el 1° de Enero de 1942 en el diario La Patria.
En la esquina opuesta enfrentando a la Plaza Independencia, nos encontrábamos con la Municipalidad de Concepción, un edificio de fines de la década del '20 proyectado por García Postigo, (mismo arquitecto de la Biblioteca Nacional), el cual solucionaba el problema de la ciudad de no poseer un palacio consistorial acorde con una ciudad que se llenaba de edficios públicos de grandes dimensiones y de carácter europeo. Era la invasión del beaux arts francés y de estos pequeños palacios que cambiaron la imagen colonial y neoclásica de la ciudad. El antiguo edificio municipal era bastante sencillo, de un nivel con mansarda y carente de ornamentos significativos y coincidiendo con el centenario nacional se propone la renovación de este mismo, al igual que la construcción y refacción de la Catedral, construcciones que junto con la Caja Nacional de Ahorros, (actualmente Banco Edwards) y el Teatro Concepción, (actual Mall del Centro). La primera planta del edificio estaba dedicada al comercio y numerosos locales pasaron por allí, entre ellos se destacaba la Farmacia Radium en la esquina, la Librería Merino y la Óptica Tschumi hacia Aníbal Pinto y un servicio telefónico por Barros Arana.


Hotel Ritz y Municipalidad hacia mediados de la década de 1930, es de interés el contraste que se genera entre el moderno edificio del Hotel, con influencia art déco y el afrancesado edificio de la Municipalidad. Fotografía publicada en el Libro de Oro de Concepción 1550 - 1950.
Esquina de Barros Arana con Aníbal Pinto días después del terremoto, además de los daños en la Catedral que obligaron a la demolición de sus torres, se aprecia el servicio telefónico y la Farmacia Radium, fotografía tomada desde el Hotel Ritz. Colección de Alejandro Mihovilovic


El edificio municipal a mediados de la década de 1950. Se aprecian la Farmacia Radium, la Librería Merino y la Óptica Tschumi. Fotografía publicada en la colección del diario El Mercurio, Memorias de mi Región, 2008.
Llamaba también la atención la gran cantidad de letreros luminosos que formaban una atractiva paleta de colores en la ciudad, especialmente de noche, del mismo edificio municipal colgaban clásicos como el letrero de "Ford", (marca distrubuida por la firma Herman Gastellú y Cía. cuya sucural diseñada en 1946 por Guillermo Kaulen, fue horriblemente transformada para dar paso a la Universidad de Las Américas en Rengo con Chacabuco), y de "Confecciones Derby". Del edificio del Hotel Ritz colgaban otros como el de la misma "Librería Universo". Con los otros edificios de Barros Arana como los del Teatro Roxy y de la Casa Mademsa, además del de la Farmacia Weasson hacia Colo Colo se formaba un conjunto que era la imagen típica de la ciudad de la época, con una intensa vida nocturna marcada por boites, restaurantes y neón, una vida nocturna que quedó en el pasado...

Vista nocturna del encuentro en la cual vemos los letreros luminosos que daban cuenta de una intensa vida nocturna en la ciudad, imaginen como sería esta imagen en colores. Postal de época de la Casa Hans Frey. 

Frente al Hotel Ritz, en el lugar donde actualmente se encuentra el Edificio Pedro de Valdivia, proyectado por Ricardo Hempel y Santiago Roi a mediados de la década de 1960 y que se diseñó inserto dentro de las directrices del plan regulador de 1960, se encontraba un pequeño edificio comercial que a principios de siglo lucía líneas neoclásicas y albergó locales como la Casa Giacaman, hacia la década de 1930 cambió a líneas art déco y mantuvo un local de novedades hasta posiblemente 1960, cuando el terremoto de aquel año suponemos lo dejó con daños considerables. Al mismo tiempo el nuevo plan regulador reformulaba ese sector.
Esquina en cuestión tras el terremoto de 1939. Colección Museo de Historia Natural de Concepción.
Barros Arana en tiempos en que se denominaba Calle Comercio y se aprecia la Casa Giacaman. Postal de época publicada por la casa Grimm & Kern.

Para cerrar esta breve nota, un clip en video que existe de la ciudad, sé que hay muchas grabaciones familiares por ahí de la ciudad durante el siglo XX, algunas de ellas las vimos en el documental "Travesía" de TVN, pero el clip que veremos a continuación tiene la particularidad de mostrar el punto tratado en el artículo en cuestión y además en vívidos colores que ilustran esa imagen urbana ya inexistente, vemos la Municipalidad, el edificio comercial contiguo a ella por Barros Arana, proyectado en 1939 tras el terremoto y que albergó diversos locales como el afamado "Nuria", a lo lejos el Teatro Roxy, (posterior Ducal) y el edificio de Gath & Chaves. La grabación es de fines de la década de 1940, aproximandamente, y muestra también ciertos personajes como el carabinero que controlaba el tránsito. "Maneje con cuidado"... en una ciudad que por aquel entonces no tenía un parque automotor de consideración y de hecho aún se veían coches a caballo. Este clip fue mostrado en un documental de Canal 13 dedicado al autómovil en Chile en el siglo XX, fue estrenado en 1999 y se llama "Vivir en 4 Ruedas". Este aporte es gentileza de Jorge Ávila, quien poseía una copia de este documental ya que el que escribe, lo perdió hace ya muchos años. Los derechos van a Canal 13, y si alguien, sabe de filmaciones de Concepción de hace 20, 30, 40, 50 y más años, sean libres de compartirlas

Nos veremos pronto con un nuevo artículo de mayor extensión, disfruten este clip, son sólo 9 segundos pero valiosos!

Comparación entre 1910 - 1950 y 2009 del punto en cuestión. La imagen habla por sí sola. Primeras 2 imágenes, postales de época publicadas por casa desconocida / Casa Rawa. Tercera imagen, foto del autor.  

FOTOGRAFÍAS Y TEXTO DE LUIS DARMENDRAIL (Excepciones marcadas)
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domingo, 5 de agosto de 2012

TRANVÍA



Concepción es una ciudad que se caracteriza por no tener una buena memoria en lo que respecta a su historia. Personajes, lugares, actos, etc. son olvidados y relegados mayormente al olvido. En este blog se ha comentado bastante respecto al tema y principalmente a la situación del patrimonio arquitectónico de la ciudad, el cual ha sido destruido producto de la ignorancia y la poca visión de parte de particulares y la autoridad. El olvido en general conlleva a la ignorancia y el no saber de la historia de la ciudad, desde importantes edificaciones a espacios públicos del ayer pasando por elementos que forman la imagen urbana como lo son los medios de transporte. 
La vialidad y movilidad en Concepción han sido parte fundamental de su desarrollo como ciudad y como parte de la formación de lo que llamamos hoy el Gran Concepción. Los microbuses y taxis colectivos conocidos por todos son elementos recientes pero si vemos hacia atrás nos encontramos con otros medios bastante populares como los tranvías y las góndolas.
 
El artículo de este mes que estaba en preparación, nuevamente será postergado, porque hace unos días se llevó a cabo un enorme daño a la historia de los medios de transporte en la ciudad. Un daño perpetrado durante la construcción del ya conocido y discutido Mall del Centro, edificación que fuera de concentrar una gran cantidad de locales y de transformar la fisonomía del centro penquista, se ha adjudicado muchas cosas; el derecho de llamarse el “nuevo centro” de Concepción, transformar la historia dejando una fachada e imprimiéndole un valor que nunca tuvo, demoler el histórico edificio de la Universidad de Concepción proyectado por Arnoldo Michaelsen en 1930 y más recientemente arrasar con lo que quedaba de rieles del tranvía que pasaba por Barros Arana, otrora calle Comercio. 

Riel del antiguo tranvía de Comercio, plena construcción del Mall del Centro, mayo 2012.
Excavaciones en calle Barros Arana el 31 de julio recién pasado. Los rieles ya habían sido removidos.

Barros Arana se conoció hasta principios del siglo XX como Calle Comercio. Tal como lo dice el nombre, era una calle con una intensa actividad comercial y hotelera, todo además impulsado por el mismo ferrocarril, la estación de ferrocarriles, ubicada en el origen de Comercio perpendicular a Prat, (antiguamente conocida como La Puntilla), era el barómetro de muchísimas actividades sociales y comerciales en la ciudad. La estación era un punto de reunión, de transacciones comerciales y una bienvenida a la pujante Perla del Biobío.

Detalle del plano de la ciudad de 1895, lo que está en colores es lo que correspondía a las líneas de tranvía. Comercio en un principio poseía sólo una línea con algunas bahías donde se quedaba el carro de ida mientras pasaba el de vuelta. Por Maipú el tranvía llegaba hasta Collao y desde ahí a la Escuela Agrícola, lo que es actualmente la UBB. Plano publicado en el "Album de planos de las principales ciudades y puertos de Chile", publicado por Nicanor Boloña. Santiago. Dirección General de Obras Públicas, Oficina de Geografía y Minas, 1896.
Calle Comercio a principios del S.XX. Vista desde la Estación. Postal de época editada por la casa Carlos Brandt. Concepción. Al igual que toda la ciudad, la calle presentaba una imagen austera y simple con pocos comercios y una arquitectura neoclásica y colonial. Con el cambio de siglo aparecerían nuevos comercios y hoteles que cambiarían la imagen de la calle y de hecho en la década de 1930 se demuele un cuarto de la manzana izquierda de la fotografía para la construcción de la Plaza España.
Ya en la década de 1920 aparecen nuevos edificios como el Hotel de France, en la esquina con Prat, el cual se caracterizaba por su notorio estilo francés  y además notamos la segunda línea de tranvías, la cual se instala con posterioridad a la llegada del tranvía eléctrico en 1908.

Tan importante fue la calle que en 1885 cuando se decide instalar el tranvía en Concepción, se definió Comercio como una principal. El tranvía sería la solución de transporte en una ciudad que dejaba atrás un pasado colonial y miraba próspera al siglo XX.

Este primer tranvía era tirado por caballos y fue denominado popularmente como “carro de sangre”, si bien funcionó con recorridos en el centro y hacia Agua de las Niñas. El servicio de tranvías tirados por caballos tenía el problema de los malos olores de los desperdicios de los animales, consideremos que además de los caballos de los tranvías estaban los coches de pasajeros, (que se mantuvieron hasta la década de 1950) y los carretones. Con el cambio de siglo, la ciudad comienza a modernizarse y surge la propuesta de cambiar los caballos por electricidad.
Postal coloread de principios de siglo que además de exhibir un coche de posta, muestra la tornamesa que existía en Puchacay en la antigua Escuela Agrícola. Postal de la casa Carlos Brandt. Concepción
En esta imagen vemos el pasar de un carro en dirección a la Escuela Agrícola además de ver el inicio de la construcción de las torres de la Catedral de la ciudad. Fotografía publicada en el libro "Concepción de Antaño", Armando Cartes y Alejandro Mihovilovic. Editado por el diario "El Sur". Octubre 2011.

Comercio entre Castellón y Colo Colo, visto en dirección a la Plaza Independencia con sus carros tirados por caballos. Vista de principios de siglo. El edficio que se ve en primer plano es el Hotel Wachter, actualmente corresponde al Pasaje Cervantes y el solar que ocupaban los dos a su derecha corresponden a lo que es hoy Falabella. Postal de época de la casa Kisinger & Cía.
Tranvía tirado por caballos en sector Agua de las Niñas, (actual Pedro de Valdivia), la línea estaba contigua al Río. Fotografía de la colección del Museo Histórico Nacional.  


El cambio del caballo a la electricidad no fue fácil. Las primeras gestiones para instalar el tranvía eléctrico se realizaron en 1900. El desarrollo del tranvía en Concepción , (y Talcahuano), fue de la mano de W. R. Grace & Company, empresa que adquirió la franquicia de General Electric en 1902. El gerente chileno de la compañía, Federico Wightman, fundó la Compañía Eléctrica de Concepción en 1905 y aseguró una franquicia para instalar el servicio de tranvías entre Concepción y Talcahuano el 20 de abril de 1906. En diciembre de 1906, la Cía. Eléctrica de Concepción encarga siete carros eléctricos de ocho ruedas a la empresa de John Stephenson en Nueva York y el 2 de abril de 1907 se encargan otros doce carros de cuatro ruedas a la empresa de J.G.Brill en Philadelphia. Los 19 carros estadounidenses llegarían para quedarse.


Escena típica en el ya Barros Arana de inicios de la década de 1930. Además de ver la doble línea de tranvías se ven los frondosos tilos de la Plaza Independencia, la construcción del renovado Café Palet, que había ampliado sus dependencias, el edificio que albergó la casa Carlos Brandt y La Maleta Parisiense, tras el terremoto se construye el edificio del Centro Español. Nótese los carros de dos niveles, era mucho más barato viajar en el nivel superior que en el inferior. Postal de época. Atribuída a la casa Carlos Brandt.   
Boletera de un tranvía de Valparaíso. La boletera era un personaje típico de la vida ciudadana del Chile de principios de siglo XX. René Louvel recuerda a la boletera como una mujer que "en los fríos inviernos llevaba en un indumentaria sendos sombreros de hule, los que en verano eran reemplazados por "canotiers" de paja de incierto color a fuerza de servir por años a sus dueñas". Fotografía extraída del recomendable flickr "Santiago Nostálgico".


El tranvía en calle Comercio contaba con una doble línea para los recorridos de ida y vuelta. Maipú contaba con sólo una línea con bahías como lo era Comercio en un principio, de esta forma circulaban los carros en ambos sentidos.
La otra ruta, muy popular y existente desde los tiempos de los carros de sangre era la que llegaba hasta Pedro de Valdivia, barrio acaudalado que por ese entonces se llamaba “Agua de las Niñas”. En el punto final del recorrido estaba la tornamesa, similar a la que se mostraba previamente en Puchacay. El recorrido más extenso era el que conectaba con Talcahuano, este recorrido tenía su punto de partida en la Catedral, salían a cada hora, desde ese punto en Caupolicán, doblaban a Freire, para luego doblar en Rengo, recorrían Rengo hasta Ejército, punto en el cual hacían el giro hacia el “Camino de los Carros”, nombre que hasta el día de hoy utilizan algunos penquistas. Este camino es la actual vía que conecta un parque industrial y de galpones entre Ejército y Laguna Redonda, desde ahí el tranvía seguía orillando la Laguna Redonda, la cual estaba rodeada por los campos de golf de la colonia británica además de numerosos fundos y quintas que proveían de materias primas a la ciudad, hasta Puente Perales para luego terminar en Talcahuano.
El regreso era el mismo recorrido, con la diferencia que seguía por Rengo hasta O’higgins y de O’Higgins hasta Caupolicán para terminar en la Plaza Independencia frente a la Catedral. Parte de esta línea aún existe, y se asoma en Rengo entre Barros Arana y O’higgins, además existe un pequeño esbozo en Rengo al llegar a Las Heras.






Tranvía estacionado en tornamesa en la ribera del río en el sector Agua de las Niñas. Colección Museo Histórico Nacional.


Estado actual de lo que era la Plazuela Agua de las Niñas, no hay tornamesa ni plaza, sólo queda el monolito construído en la década de 1930. La tradición cuenta que cerca de allí, existía una vertiente donde las niñas recién llegadas a la ciudad, provenientes de zonas rurales, se lavaban los pies para estar presentables y hermosas en la espléndida ciudad de Concepción.
Vista de Caupolicán en 1937, la calle estaba recién pavimentada y se aprecia la línea del tranvía que iba a Talcahuano. Además la imagen nos muestra ciertos cambios en la fisonomía de la ciudad que se veía invadida por edificios art déco y de líneas más modernas. Fotografía publicada en la revista "Urbanismo y Arquitectura", n° 7. Santiago, 1937. Agradecimientos a Osvaldo Cáceres.
Esquina de Caupolicán con Freire en 1950. Además de exhibir el flamante Mercado de Weiner y Muller, se ven los rieles del antiguo tranvía que doblaba en Freire a Talcahuano. Fotografía publicada en el Libro de Oro de Concepción, 1950.

Los carros se caracterizaban por ser diferenciados por clases. Los de primera clase eran de asientos de mimbre con resortes además de contar con frenos de aire, los de segunda en cambio eran de madera, algo más toscos e incómodos pero funcionales al fin y al cabo.



Estado actual de lo que queda de los rieles del tramo de retorno de Talcahuano. Rengo al llegar a O'Higgins.

En 1938 surgen las primeras ideas para mejorar el transporte público en la ciudad de Concepción. Se propone la compra de microbuses alemanes para el servicio Concepción – Talcahuano, lo cual luego de muchas discusiones, pros y contras, se efectúa y el domingo 13 de noviembre de 1938, un microbús Krupp realiza un paseo de prueba en el Cerro Caracol, el cual concluye en el Mirador Alemán. El paseo fue un éxito, además de mostrar la eficiencia del microbús, se veía al vehículo como un elemento del futuro. Tras pasar la prueba, se comienzan las negociaciones para optar a la concesión de góndolas en el tramo Concepción – Talcahuano. Con posterioridad al terremoto de 1939, se masifica el uso de microbuses y el resto es historia que puede ver en el sitio amigo de www.concebus.cl
Microbús Krupp en el paseo de prueba en Cerro Caracol. Al fondo podemos ver el Mirador Alemán con su nivel superior que cayó en el terremoto de 1939.


El terremoto del 24 de enero de 1939 destruye gran parte de la ciudad, el tendido eléctrico se cae y al cabo de unos meses se restituye el servicio y con ello también el servicio de tranvías que era una necesidad urgente en la ciudad. Lamentablemente el 21 de noviembre de 1941, una huelga de los trabajadores de los tranvías genera un déficit tal que se decide cerrar la empresa, muchos pensaron que sería momentáneo pero al final fue definitivo. Con la llegada de los microbuses y el servicio de taxis que ya funcionaban en Concepción, el fin de los tranvías pasó sin pena ni gloria. Mudos testigos de aquella época son los rieles, cada vez quedan menos, por las políticas de repavimentación que no consideran estos viejos rieles de acero como un elemento a integrar y un elemento que daría cierto atractivo a la ciudad, es más fácil sacarlo y botarlo en vertederos como escombro, como ocurrió hace unos días en Barros Arana con la repavimentación a causa de la construcción del Mall del Centro… de los carros nada quedó, los de Concepción se llevaron a Santiago, y ahí habrán terminado en alguna fundición o en alguna desarmaduría. Se han iniciado exitosas campañas para recuperar carros, si desea más información de lo que ocurre en Santiago, visite: http://www.institutoferroviario.cl/el-tranvia/
 

No haré referencia a las actuales ideas de reestablecer el servicio de tranvías en Concepción porque nada tienen que ver con el antiguo tranvía y es una propuesta discutida desde un punto de vista vial y urbanísitico. Da para otro artículo.


Santiago en 1941, la fotografía nos muestra el servicio de tranvías que se mantendría por casi una década más en la capital. Fotografía del Life Magazine, de Hart Preston. Extraída del flickr Santiago Nostálgico.


La situación de los antiguos rieles es de una inminente desaparición, este artículo fue escrito el año 2012 y en ese momento no se tenía conocimiento de que en un fragmento del Paseo Peatonal Alonso de Ercilla y Zúñiga, específicamente el encontrado entre las calles Colo Colo y Castellón, se encuentran aún los rieles de una de las líneas de tranvía que circuló por calle Barros Arana. Todo esto salió a la luz con las labores de renovación del paseo y en estos momentos, (septiembre 2014), se encuentran a vista de todos. Este es el momento ideal para hacer un llamado a la Ilustre Municipalidad de Concepción para poner en valor estos rieles, todos los que hay en la ciudad, puesto que son un importante testimonio del pasado de la ciudad, son un importante elemento de nuestro patrimonio urbano y tienen todas las cualidades y argumentos para ser protegidos.

Rieles expuestos en Barros Arana

Cuando usted camine por Rengo o por el Paseo Peatonal y vea un riel asomado en la calle, no es que pasaban trenes a vapor por las calles de Concepción, piense que por ese riel pasó un tranvía y que por mucho tiempo, fue un importante medio de transporte que enorgulleció a nuestra urbe. No son “fierros viejos” que merecen ser vendidos por kilo, (como he escuchado por ahí), son parte de nuestra historia...

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE LUIS DARMENDRAIL SALVO (Excepciones marcadas) 
DATOS EXTRAÍDOS DE:


- Campos Harriet, Fernando; “Historia de Concepción (1550 – 1988)”, Editorial Universitaria, Santiago, 1989
- Louvel Bert, René; “Crónicas y Semblanzas de Concepción”, Editorial Universitaria, Concepción, 1995
- Varios autores; Artículos varios publicados Revista Urbanismo y Arquitectura, Santiago, 1937– Números 7
- The Tramway of Chile;
 http://www.tramz.com/cl/tto/08.html