Hemos visto en el último tiempo una serie de trabajos de renovación y reparación
de diversos edificios en el centro penquista. La mayoría de estos trabajos se
ha limitado a cambios de revestimiento y en otros, verdaderas cirugías
plásticas que han transformado la fisonomía de algunas construcciones. Cabe destacar
que los edificios que se han visto afectados por cambios son íconos trascendentales del desarrollo de la arquitectura en la ciudad.
La transformación de estas edificaciones comienza principalmente tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, catástrofe que dañó las edificaciones y que dio pie a una serie de tratamientos, muchos de ellos limitados al cambio de revestimiento y en el caso del FIUC a una demolición y renovación total de gran parte de la edificaciones. La aparición de nuevas edificaciones en la ciudad en el último tiempo ha provocado que muchos edificios históricos "se pongan a tono" con las nuevas propuestas, precisamente; el Edificio Tucapel, La Patria y la Caja de Empleados Particulares han sido los que más han cambiado en su piel y el tratamiento en común ha sido a base de la erradicación del tratamiento original de sus fachadas, cubiertas principalmente con teselas vitrificadas o con cerámicas Irmir o Fanaloza, las que han sido reemplazadas por simples estucos, pintura y martelina, formando una monotonía cromática con tonos realmente desagradables que desentonan en una ciudad que se llena de nuevas propuestas en las que el color no es pensado ni orientado en base a una propuesta siendo claros ejemplos de esto el Mall del Centro o lo que fue la Torre O’higgins, edificaciones en las que se funden múltiples tonos y materiales formando un caos carente de sentido estético.
No quiero decir que las edificaciones deban permanecer incólumes ante el paso del tiempo, al contrario, pero si se van a transformar, que se piense en soluciones en las que exista una propuesta de diseño atractiva, original y que de alguna forma este ligada al edificio propiamente tal, sino estaríamos forrando edificios teniendo como referencia un mero catálogo de Sodimac o Easy.
Las propuestas originales de revestimiento de estas edificaciones otorgaban un especial carácter y al mismo tiempo simbolizaron un período en el que el diseño era altamente valorado y era aplicado en todo los compuestos de la obra arquitectónica. Desde la baldosa como elemento unitario al conjunto conformado en la fachada se expresaba una intención y un notable trabajo de diseño.
En este artículo se expondrá principalmente los cambios que se han visto en los revestimientos de un caso en particular y que da cuenta de la poca sensibilidad que se tiene con la arquitectura moderna y con edificaciones significativas que de a poco se denigran en la ciudad actual.
El edificio de la Caja de Empleados Particulares, actualmente ocupado por la INP, una destacada obra ganada en un concurso en 1966 y concluída en 1971, está ubicada en pleno centro penquista, se encuentra frente al Palacio de Tribunales por calle Castellón, (entre calles O'Higgins y Barros Arana), colinda a un edificio propiedad del Ejército hacia O'Higgins y hacia Barros Arana con un edificio de renta y comercio.
La obra fue proyectada por Abraham Schapira, Raquel Eskenazi, León Messina y Carlos de la Barra, de inmediato llamó la atención en la ciudad por su interesante volumetría y composición, con una morfología que muchos ven como barco, sobresalió dentro de un Concepción que se llenaba de edificios de altura considerable tras el terremoto de 1960 y con un plan regulador caracterizado por ciertas cualidades como el uso de una placa base y una torre sobre la placa. El edificio sufrió severos daños tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, tras permanecer cerrado por casi un año para ser estudiado y ver la factibilidad de su uso posterior, el edificio es reparado y su revestimiento es reemplazado.
Cabe mencionar que el equipo formado por la dupla Schapira y Eskenazi fue muy importante para el desarrollo de la arquitectura en Chile desarrollando una serie de edificaciones en Chie y España que trascendieron por el diseño y la función. Sentaron las bases de un desarrrollo inmobiliario y formaron una empresa vigente por casi medio siglo. Para saber un poco más de esa dupla, remítase a revisar el siguiente artículo escrito por Sonja Friedmann, destacada arquitecto y parte del equipo original de la Revista AUCA: http://www.lapalabraisraelita.cl/2010/julio16_010/12_16.pdf
Los potentes revestimientos de los edificios de esta época trascienden las épocas y permanecen en la memoria colectiva de los ciudadanos. Es tal el impacto que en algunos casos dan pie para intervenciones y estudios como es el caso de la exposición "LIMBO" realizada por el destacado artista Leo Portus en 2011 en la cual se revisó de forma abstracta y dramática el revestimiento del edificio y su arquitectura, enfatizando en los fuertes tonos azules que el edificio posee[ía] desde las placas a vidrios en las barandas. Una descripción de la obra de Portus la puede encontrar en: http://cruvi.cl/blog/limbo-leonardo-portus/
Algunos dirán que esto es un mero capricho de fijarse en terminaciones mal hechas, pero no es un problema menor. La arquitectura moderna cuesta considerarla como patrimonial debido a malas nociones de lo que es patrimonio. Muchas edificaciones contemporáneas a este edificio y con alto valor e importancia pasan sin pena ni gloria precisamente porque son relativamente "nuevas" y no existe instrucción ni interés en mantenerlas en buen estado, en especial en las regiones. Es por ello que la arquitectura moderna y los arquitectos detrás del movimiento son susceptibles al olvido y la destrucción.
Al fin y al cabo son mucho más que simples letras de bronce, son el testimonio del trabajo de un grupo de personas que diseñaron una edificación en un momento determinado de la historia de Concepción y que además fueron un equipo destacadísimo en el desarrollo de la arquitectura moderna en el país. Por eso mismo me sigo haciendo la pregunta…
Dentro de este proceso llaman la atención los cambios realizados en por ejemplo el Edificio Tucapel, (Schoeufeld,
1963), el Edificio La Patria, (Larraín García – Moreno, Covarrubias y Swinburn, 1961 - 1963) y la Caja de
Empleados Particulares, (actual INP, Schapira, Eskenazi, Messina y De la Barra,
1970) y las transformación radical del edificio FIUC, (Cáceres, Rodríguez, González, y Buddenberg, 1956).
Estado actual del Edificio "La Patria", proyectado por
Sergio Larraín García - Moreno, Ignacio Covarrubias y Jorge Swinburn construido entre 1961 y 1963. Originalmente el edificio poseía un revestimiento de teselas vitrificadas blancas que el pasar del tiempo destiñó formando una escala de blancos y grises algo lúgubre pero al mismo tiempo encantadora. Otra particularidad es que hacia la esquina de Barros Arana con Colo Colo, por décadas se mantuvieron unos balazos que fueron producto de un tiroteo ocurrido en 1973 en medio de la agitación política vivida en aquel entonces. Todo lo previamente mencionado fue reemplazado por un estuco de martelina en un color muy popular en estos días, un color poco agraciado que tal vez se propuso para combinar con el edificio de Johnson's, (el actual y burdo falso histórico de lo que alguna vez fue el Palacio Hirmas).
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La transformación de estas edificaciones comienza principalmente tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, catástrofe que dañó las edificaciones y que dio pie a una serie de tratamientos, muchos de ellos limitados al cambio de revestimiento y en el caso del FIUC a una demolición y renovación total de gran parte de la edificaciones. La aparición de nuevas edificaciones en la ciudad en el último tiempo ha provocado que muchos edificios históricos "se pongan a tono" con las nuevas propuestas, precisamente; el Edificio Tucapel, La Patria y la Caja de Empleados Particulares han sido los que más han cambiado en su piel y el tratamiento en común ha sido a base de la erradicación del tratamiento original de sus fachadas, cubiertas principalmente con teselas vitrificadas o con cerámicas Irmir o Fanaloza, las que han sido reemplazadas por simples estucos, pintura y martelina, formando una monotonía cromática con tonos realmente desagradables que desentonan en una ciudad que se llena de nuevas propuestas en las que el color no es pensado ni orientado en base a una propuesta siendo claros ejemplos de esto el Mall del Centro o lo que fue la Torre O’higgins, edificaciones en las que se funden múltiples tonos y materiales formando un caos carente de sentido estético.
Publicidad de Irmir y de Fanaloza promocionando los revestimientos. Extraídos de las páginas de revista AUCA, 1968 y 1971. |
No quiero decir que las edificaciones deban permanecer incólumes ante el paso del tiempo, al contrario, pero si se van a transformar, que se piense en soluciones en las que exista una propuesta de diseño atractiva, original y que de alguna forma este ligada al edificio propiamente tal, sino estaríamos forrando edificios teniendo como referencia un mero catálogo de Sodimac o Easy.
Las propuestas originales de revestimiento de estas edificaciones otorgaban un especial carácter y al mismo tiempo simbolizaron un período en el que el diseño era altamente valorado y era aplicado en todo los compuestos de la obra arquitectónica. Desde la baldosa como elemento unitario al conjunto conformado en la fachada se expresaba una intención y un notable trabajo de diseño.
En este artículo se expondrá principalmente los cambios que se han visto en los revestimientos de un caso en particular y que da cuenta de la poca sensibilidad que se tiene con la arquitectura moderna y con edificaciones significativas que de a poco se denigran en la ciudad actual.
Estado original de Caja de Empleados Particulares, actual INP. Postal de época "TURISET". Propiedad del aurtor |
El edificio de la Caja de Empleados Particulares, actualmente ocupado por la INP, una destacada obra ganada en un concurso en 1966 y concluída en 1971, está ubicada en pleno centro penquista, se encuentra frente al Palacio de Tribunales por calle Castellón, (entre calles O'Higgins y Barros Arana), colinda a un edificio propiedad del Ejército hacia O'Higgins y hacia Barros Arana con un edificio de renta y comercio.
La obra fue proyectada por Abraham Schapira, Raquel Eskenazi, León Messina y Carlos de la Barra, de inmediato llamó la atención en la ciudad por su interesante volumetría y composición, con una morfología que muchos ven como barco, sobresalió dentro de un Concepción que se llenaba de edificios de altura considerable tras el terremoto de 1960 y con un plan regulador caracterizado por ciertas cualidades como el uso de una placa base y una torre sobre la placa. El edificio sufrió severos daños tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, tras permanecer cerrado por casi un año para ser estudiado y ver la factibilidad de su uso posterior, el edificio es reparado y su revestimiento es reemplazado.
Cabe mencionar que el equipo formado por la dupla Schapira y Eskenazi fue muy importante para el desarrollo de la arquitectura en Chile desarrollando una serie de edificaciones en Chie y España que trascendieron por el diseño y la función. Sentaron las bases de un desarrrollo inmobiliario y formaron una empresa vigente por casi medio siglo. Para saber un poco más de esa dupla, remítase a revisar el siguiente artículo escrito por Sonja Friedmann, destacada arquitecto y parte del equipo original de la Revista AUCA: http://www.lapalabraisraelita.cl/2010/julio16_010/12_16.pdf
Si bien se agradece la iniciativa de querer reparar el edificio, el modo
en que el trabajo fue realizado es de lo más paupérrimo, improvisado y carente
de directrices arquitectónicas que se hacen notar de forma explícita y que no
se necesita ser arquitecto ni diseñador para apreciar el poco respeto que se
tuvo con los revestimientos originales y las terminaciones que se están
realizando, terminaciones que están a años luz de la nobleza del diseño
original. Una de las características principales de este edificio era su
revestimiento de cerámicos Fanaloza, los que formaban estilizados paños de un
fuerte azul que llamaba la atención en la ciudad.
Detalle de los paños azulados que se encontraban en el edificio, ninguno de estos paños existe actualmente. |
Estado del uno de los muros exteriores de la otrora Caja de Empleados Particulares, actual INP, el terremoto del 27F ocasionó estragos en el edificio soltando muchas de las baldosas Fanaloza e Irmir con motivos orgánicos que por décadas recubrieron el edificio. Las baldosas, piezas importantes dentro del diseño industrial chileno ya no se producen por lo que por sí solas son reliquias. Lamentablemente se despedazaron cuando fueron retiradas y acumuladas como escombros desechables.
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Los potentes revestimientos de los edificios de esta época trascienden las épocas y permanecen en la memoria colectiva de los ciudadanos. Es tal el impacto que en algunos casos dan pie para intervenciones y estudios como es el caso de la exposición "LIMBO" realizada por el destacado artista Leo Portus en 2011 en la cual se revisó de forma abstracta y dramática el revestimiento del edificio y su arquitectura, enfatizando en los fuertes tonos azules que el edificio posee[ía] desde las placas a vidrios en las barandas. Una descripción de la obra de Portus la puede encontrar en: http://cruvi.cl/blog/limbo-leonardo-portus/
Detalle del zócalo del edificio el cual está lleno de basura, polvo, material excedente de la renovación y numerosas teselas regadas por el suelo.
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Ahora bien, un problema que en mi
opinión es mucho más grave que el cambio del revestimiento, es que fueron
retirados los nombres de los arquitectos del edificio. Originalmente, en una
sección del muro que mira a calle Castellón, se encontraban los nombres de los
arquitectos y el año de entrega del edificio con letras de bronce. Con el
cambio de revestimiento y retiro de teselas evidentemente se retiraron las
letras, lamentablemente a enero del 2013, a meses del término de las faenas,
aún no se reponen los nombres de los arquitectos. Algo que es muy preocupante
es que se olvide la figura de los arquitectos, que se aplaste por completo el
elemento humano que diseña, proyecta y construye la ciudad, es un hecho
completamente condenable y reprochable, numerosos nombres de arquitectos son
olvidados a punto que no existe registro de ellos ni de sus obras ya sea porque
son demolidas o porque las inscripciones son borradas.
En este lugar se encontraban los nombres de los arquitectos hasta antes de los trabajos de cambio de revestimiento, ahora es sólo un paño desaliñado de martelina
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Algunos dirán que esto es un mero capricho de fijarse en terminaciones mal hechas, pero no es un problema menor. La arquitectura moderna cuesta considerarla como patrimonial debido a malas nociones de lo que es patrimonio. Muchas edificaciones contemporáneas a este edificio y con alto valor e importancia pasan sin pena ni gloria precisamente porque son relativamente "nuevas" y no existe instrucción ni interés en mantenerlas en buen estado, en especial en las regiones. Es por ello que la arquitectura moderna y los arquitectos detrás del movimiento son susceptibles al olvido y la destrucción.
Al fin y al cabo son mucho más que simples letras de bronce, son el testimonio del trabajo de un grupo de personas que diseñaron una edificación en un momento determinado de la historia de Concepción y que además fueron un equipo destacadísimo en el desarrollo de la arquitectura moderna en el país. Por eso mismo me sigo haciendo la pregunta…
…¿Y los nombres?, ¿¿Cuándo??
ACTUALIZACIÓN A JUNIO DEL 2019
El edificio ex INP fue un proyecto íntegro del arquitecto Carlos de la Barra, quien en aquél entonces pasó por la oficina Schapira/Eskenazi/Messina. Mayores antecedentes y detalles de la ejecución del edificio lo pueden revisar en el siguiente link de la página web de Historia Arquitectónica de Concepción:
https://historiaarquitectonicaconcepcion.cl/2019/04/21/de-la-barra/
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE LUIS DARMENDRAIL SALVO, (excepciones marcadas).
SI DESEA UTILIZAR PARTE DE ESTE MATERIAL, ESCRIBA A: historiarqccp@gmail.com
ACTUALIZACIÓN A JUNIO DEL 2019
El edificio ex INP fue un proyecto íntegro del arquitecto Carlos de la Barra, quien en aquél entonces pasó por la oficina Schapira/Eskenazi/Messina. Mayores antecedentes y detalles de la ejecución del edificio lo pueden revisar en el siguiente link de la página web de Historia Arquitectónica de Concepción:
https://historiaarquitectonicaconcepcion.cl/2019/04/21/de-la-barra/
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE LUIS DARMENDRAIL SALVO, (excepciones marcadas).
SI DESEA UTILIZAR PARTE DE ESTE MATERIAL, ESCRIBA A: historiarqccp@gmail.com
Sobre el Edificio La Patria.... tengo entendido que no es ese el edificio que tiene las marcas del tiroteo, sino el Edificio Colo Colo, ubicado entre barros y o'higgins, frente a la entrada de la galeria Alessandri. de hecho aun se ven las marcas en los ultimos pisos desde la calle O'higgins.
ResponderEliminarEse es otro edificio, contemporáneo a La Patria y sí, también tiene balazos marcados en sus muros exteriores que dan hacia O'Higgins. Gracias por el comentario.
EliminarEstimado Luis,
ResponderEliminarBueno tu artículo, por detrás hay una discusión GRANDE, que todavia no nos atrevemos a enfrentar o no nos damos el tiempo, una lástima, mientras tanto pierde la Ciudad y las futuras generacioens!
Por eso valor tu lucha y te aconsejo a mirar las intervenciones de Carlo Scarpa en el Museo de Castalvecchio en Verona, donde con maestria valora esta magnifíca obra del siglo XIV, dejando igual la marca de su propio tiempo mediados de la década de 50, siglo XX si no me falla la memoria. Y para terminar con algo de autoreferencia, justificando por estar mas cerca las intervenciones de Paulo Mendes da Rocha en las obras: Pinacoteca do Estado de Sao Paulo, Estacao da Luz y Julio Prestes, todas obras maestras y Lina Bo Bardi con a casa das Retortas y SESC Pompéia. Ejemplos que dan cuenta que una Buena Arquitectura no sólo resiste el paso del tiempo develando sabiamente las capas de las distintas etapas de su historia.
Saludos,
Claudia G. Lima
Saludos,
Claudia G. Lima
Muy acertados referentes!, claramente hubo una sensibilidad y un estudio previo que se manifiesta en esas intervenciones. Gracias por el comentario!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente, como siempre, Luis.
ResponderEliminarHay que entender, eso si, que no deja de ser un problema la remodelación o mantención de edificios viejos, primero por la disponibilidad de materiales y también porque la construcción hoy tiene otros ritmos y estándares de calidad (calidad de mano de obra, etc). Pero es cierto, por otro lado, que con un poco de mejor planificación, comprensión e interés en el problema estaríamos haciendo mejores intervenciones.
Podrías hablar con la periodista de la FAUG para ver como sacar este articulo por otros medios.
Ese es un grave problema justamente, esos materiales lamentablemente ya no se producen, por lo mismo se debería considerar su remoción de una forma más "sutil" y reutilizarlos en la misma propuesta... es una cosa de visión. Gracias por el comentario!
EliminarEste es mi primer comentario, por lo que me gustaría agradecerte por estos excelentes reportajes. Yo soy un fan de la arquitectura modernista en Concepción, debido a que viví en una casa de arquitectura modernista (janequeo frente al hospital, hoy una clínica) y pasé todos mis estudios universitarios en los edificios de Duhart.
ResponderEliminarCon tu lenguaje claro, carente de complejas (y algunas veces sesgadas) terminologías, espero que el penquista se de cuenta que la modernidad no se da desconociendo el pasado.
Para terminar, un comentario sobre el reportaje. A pesar de que no me encuentro en Chile desde hace algún tiempo, tengo entendido que los colores elegidos tanto por el (ex) palacio Hirmas, como el mall del centro y el aquí mencionado edificio La Patria, corresponde a una ordenanza municipal.
Saludos y sigue adelante con este excelente trabajo.