En la entrada del 20 de septiembre del presente año nos referíamos de forma general a una casa de altos muy importante de Concepción. Una casa de altos que tenía el peso de ser la más antigua de Concepción y con un estado de conservación relativamente bueno considerando los terremotos de 1939 y 1960 y a las numerosas transformaciones de su entorno. Esa casa, cuya inscripción en su fachada nos habla de un lejano 1911, está siendo demolida bajo el argumento de estar debilitada por el terremoto del 27 de febrero del 2010. Sí, hay daños, hay zonas débiles, hay graves problemas estructurales, eso es innegable. Nada es eterno en la vida, pero absolutamente nadie ha mencionado la posibilidad de un “reacondicionamiento”, un reciclaje del edificio, sólo se habla de derribar, una línea de crecimiento muy común en esta ciudad. Nada cuidamos, nada respetamos, no existe un respeto por la historia, por los detalles, creemos que estar a la vanguardia implica borrar todo e instalar nuevas edificaciones sin alma e identidad que lo único que hacen es potenciar una fealdad y una falsa historia en Concepción. Amplían las improvisadas políticas de desarrollo urbano y demuestran una falta de voluntad y visión en las directrices del cómo queremos nuestro querido Concepción.
Es por ello, que hemos decidido visitar la casa en cuestión, hacer un “réquiem”, tal como lo hemos hecho con otros ejemplos en esta ciudad.
Al llegar al lugar en cuestión, claramente nos sentimos invadidos por un sentimiento de pequeñez, claro, hacia el 1911, la idea era la altura máxima, da lo mismo si es una habitación es de 2x2 m., siempre y cuando sea alta, esto era aplicado a viviendas y locales comerciales por igual.
Vista de la casa de altos en los inicios de los trabajos de demolición. |
El primer nivel está ocupado por los locales comerciales, patio interior y los accesos al segundo nivel. Originalmente la casa estaba concebida para albergar dos locales con recintos como servicios y bodegas. Los locales comerciales eran gigantes. Doble altura y más de 20 metros de fondo dan cuenta de que estos locales estaban capacitados para albergar ya sea una mercería o ferretería. Vayamos a saber qué locales originalmente albergó.
Bueno, luego de dar un breve tour por uno de los locales comerciales, nos acercamos a la puerta de acceso al segundo nivel, la puerta, semiabierta, tiene un peso tan grande como la rabia que embarga el ver tanto escombro por doquier. Al abrirla completamente nos damos cuenta de lo largo y ancho de la escala, por otro lado nos llama la atención el material, una noble madera chilena en cada peldaño, cada pasamanos y en los enchapes de las paredes.
Escalera de acceso al segundo nivel. |
éxito con el blog, es una gran idea. saludos!
ResponderEliminarHola, que tal.
ResponderEliminarPrimero que nada, excelente blog. Te felicito tanto por el contenido como por la iniciativa de dar a conocer el patrimonio arquitectónico penquista.
Llegué casi por casualidad a este blog y por esas vueltas de la vida veo publicada la casa de calle Rengo frente al Mercado Central, que quedó severamente dañada tras el terremoto del 27 feb-2010. Te comento que la casa en cuestión es perteneciente a la familia de mi padre, los hermanos Tapia Elorza, conocidos abogados de la ciudad, y lamentablemente por motivos económicos tengo entendido que se va a demoler la parte superior de la fachada. Es triste comentar esto, pues ciertamente como tu relatas en el blog, la casa tiene un valor patrimonial para la ciudad, pero nadie quiere o puede asumir el costo económico de de una refacción. A la familia de mi padre tengo entendido, no les conviene monetariamente refaccionar, y por otra parte, la municipalidad o algun ente gubernamental tampoco asume un rol de incentivar a preservar el patrimonio, ya sea subsidiando o bien bonificando a los propietarios de estos inmuebles para que destinen recursos a su mantenimiento.
saludos cordiales
muchísimas gracias por el comentario!!!, aclara bastante sobre la situación del patrimonio arquitectónico y cómo se ve afectado por el factor monetario, que al fin y al cabo es lo que más preocupa a la hora de preservar
ResponderEliminarFelicitaciones, me gustó este blog, tiene todo lo necesario: imágenes, información y opinión.
ResponderEliminarSaludos y mucho éxito
es horrible lo que hicieron con esta edificación tan significativa. Hoy en su lugar hay un muro de de bloques de hormigón que lo único que nos recuerda es lo poco que importa actualmente el diseño y el entorno en el que se construye algo , esto limitado completamente por la ideología económica existente. "si no es rentable no sirve...."
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